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Cómo organizar la ropa en poco espacio

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Cuando tenemos poco espacio en casa, organizar la ropa es de las cosas más difíciles. 

No pasa nada por tener dos rollos de papel higiénico en el baño y el resto en un armario en otro sitio de la casa. Pero tener dos camisetas en el armario, y el resto en otra habitación no tiene sentido.

La ropa es algo que queremos tener toda junta en el mismo sitio, pero a la vez, queremos que esté ordenada y sea accesible, y ya puestos, que no se arrugue demasiado en el armario. 

Una quimera cuando vivimos en una casa pequeña y compartimos los armarios con otras personas. 

A continuación te voy a hablar de los pasos que yo he seguido para conseguir guardar casi toda mi ropa en el dormitorio (excepto algunos zapatos, bolsos y abrigos), evitar tener que guardar nada debajo de la cama, algo que odio tener que hacer y antes hacía, y mantener el armario ordenado. 

Muchas de las cosas que me funcionan a mí seguro que ya las conoces, pero espero que leerlas todas de una vez te motive y te ayude a ordenar tu armario de una vez por todas.

Por cierto, el objetivo de estos pasos no es conseguir un armario digno de Pinterest. 

El objetivo es que acabes con un sistema para organizar tu ropa en poco espacio que te permita tenerlo todo ordenado, te ahorre tiempo al vestirte porque todo está a mano y que sea fácil de mantener ordenado. 

Una vez consigas esto, siempre tendrás tiempo de hacerlo más bonito con perchas todas iguales o cajas chulas.

Preparación inicial

Lo ideal es hacer todos estos pasos de una tacada. Para ello, elige un día en el que vayas a tener el tiempo suficiente (a mí me llevó 3 horas con un par de descansos cortos) y lava toda la ropa que puedas antes de ese día.

Si tienes ropa guardada que no usas, que guardas por si acaso o porque ahora te queda grande o pequeña, sácala de donde esté y júntala con el resto de tu ropa.

Vamos con los pasos:

1. Vaciar el armario y separar la ropa por categorías

Empieza por vaciar el armario y cualquier otro sitio en el que guardes ropa. Junta toda la ropa por categorías

  1. zapatos 
  2. bolsos
  3. abrigos
  4. accesorios (sombreros, fulares, cintos…)
  5. ropa interior (y calcetines, medias, camisetas interiores…) 
  6. ropa de eventos especiales (bodas y similares, funerales, esquiar, ir a la playa…)*
  7. ropa de deporte
  8. ropa de andar por casa (y pijamas)
  9. ropa normal

*La ropa de eventos especiales es aquella que solo usas unas pocas veces al año, o ni eso. Un bolso que solo usas en las bodas ponlo con la categoría eventos especiales. Si también lo usas para salir por la noche (y esto es algo que haces de vez en cuando), ponlo con los bolsos normales. 

Si no tienes el espacio suficiente para separar toda la ropa en montones en el dormitorio, llévate algunas categorías a otras partes de la casa. Aunque asuste un poco, es importante vaciar por completo el armario. 

Mientras vas sacando la ropa y haciendo montones, aprovecha para separarla por temporadas, haciendo dos montones para cada categoría, uno con las cosas de primavera y verano y otro con las de otoño e invierno. 

No pienses demasiado en si algo es más de primavera o de otoño, o dónde poner los vaqueros que usas todo el año. Independientemente del momento del año en que estés haciendo esto, separa la ropa entre lo que se va a quedar más a mano en el armario y lo que no, según la época del año en la que estés. 

Este es mi armario vacío. La puerta de la derecha es la parte de mi marido.

armario vacío con poco espacio para organizar la ropa

2. Hacer limpieza y deshacerte de lo que no usas

Una vez tengas toda la ropa separada por categorías, aprovecha para hacer limpieza y deshacerte de lo que sobre. Ve categoría a categoría y aparta todo lo siguiente:

  • lo que te queda muy pequeño o muy grande. El muy es importante. Es normal subir o bajar un par de quilos en un año, y por eso siempre va a haber ropa que puedas volver a usar. Si te gusta de verdad, consérvala. La ropa que ya te queda muy grande o muy pequeña, por mucho que te guste, va a ser muy raro que puedas volver a usarla.
  • lo que esté en mal estado y no se puede arreglar.
  • lo que no te pones nunca, pero no sabes muy bien por qué.

Los dos primeros montones son fáciles, el primero va a la bolsa de donar y el segundo a la de reciclar o tirar. El último grupo es más difícil porque nos obliga a pensar en por qué no usamos algo aunque nos sirva y esté en buen estado.

De este tercer montón, lo que tengas claro que no quieres conservar ponlo en la bolsa de donar.

Si te quedan cosas que no sabes si donar o conservar, mi consejo es que las conserves y te «obligues» a usarlas. Así sabrás si no usas algo porque es incómodo, o porque no va con nada de lo que tienes, o por cualquier otro motivo.

Siempre tendrás tiempo de deshacerte de ellas en el futuro, y mientras tanto, las tendrás en un armario ordenado y más a la vista para que no se te olviden.

Si este tercer montón es muy grande significa que necesitas hacer una limpieza de tu armario a fondo. Para ayudarte con ella tengo esta entrada:

Leer más: Pasos para hacer la limpieza definitiva de tu armario

Te ayudará a saber si debes conservar algo o no y a sacar de tu armario todo lo que realmente no necesitas ni vas a usar.

3. Evaluar otros espacios en el dormitorio

Ya tienes toda tu ropa separada por categoría y por temporadas. Ahora toca encontrarle el sitio adecuado. 

Para guardarlo todo en el dormitorio es posible que tengas que usar otros espacios además del armario:

mesitas de noche, baldas, espacios vacíos en los que podrías colocar un mueble…

Si no estás usando estos espacios, piensa en cómo podrías usarlos. Por ejemplo: 

  • usar la mesita de noche para los pijamas, la ropa interior, ropa de deporte…
  • colocar un perchero en la habitación para colgar los bolsos, bufandas, fulares…
  • colocar un zapatero en la habitación.
  • poner un colgador en la puerta de entrada para los fulares o los bolsos.
  • usar la parte interna de las puertas del armario para fulares, cintos o bolsos pequeños.
  • la ropa de otra temporada puedes guardarla en cajas encima del armario (separándola en varias cajas para que no tengas que mover una caja muy pesada), en cajas dentro del armario, o debajo de la cama.
  • la ropa de eventos especiales puedes guardarla en los mismos espacios en los que guardas la de otras temporadas.

Yo guardo la ropa interior, los calcetines, las medias y leggings en la mesita de noche. La ropa de otra temporada y la de eventos especiales en dos cajas de plástico dentro del armario, que hacen a su vez de baldas sobre las que pongo ropa doblada. 

dormitorio pequeño

4. Evaluar otras áreas de la casa

Si por la cantidad de ropa que tienes, o lo pequeño de tu dormitorio, está claro que no vas a poder guardar toda la ropa en el dormitorio, decide qué categorías quieres tener en el dormitorio y cuáles pueden ir en otras áreas de la casa. Por ejemplo: 

  • los bolsos, zapatos y abrigos pueden estar en el pasillo o en la entrada de casa. 
  • si te duchas por la noche y luego te pones el pijama, puedes guardar los pijamas siempre en el baño.
  • la ropa de eventos especiales o de otras temporadas puedes guardarla en muebles de otras habitaciones, como el salón.

Nosotros compartimos un zapatero en la entrada de casa en el que guardo todos mis zapatos excepto las botas y botines que no caben. Mis abrigos viven todo el año colgados de un pechero en el pasillo y los bolsos los guardo en un cajón de una cómoda en el salón. 

5. Aprovechar el espacio en el armario

Una vez tienes claro qué vas a guardar en el dormitorio, empieza por el armario. 

Tu armario puede ser muy diferente al mío, yo no tengo cajones por ejemplo. Pero cuando no tenemos mucho espacio, necesitamos poder organizar la ropa cómodamente y al mismo tiempo guardar la mayor cantidad de ropa posible. 

Para esto, es importante aprovechar todo el espacio del armario:

  • un colgador de baldas como el mío puede sustituir la falta de cajones.
  • si entre la ropa colgada y la primera balda queda mucho espacio vacío, puedes colocar baldas o cajas para aprovechar mejor ese espacio.
  • si tu armario tiene mucho fondo, y al colocar la ropa sobre las baldas te queda espacio vacío al fondo, aprovecha ese espacio para guardar bolsos o zapatos de fuera de temporada, o de ocasiones especiales, en cajas de zapatos. Estas cajas pueden hacer a su vez de baldas para colocar cosas que sí estás usando.

6. Guardar la ropa

A la hora de guardar la ropa tienes dos opciones: colgarla o doblarla. Qué decidas hacer dependerá del espacio en tu armario (colgada ocupa más que doblada), del tipo de ropa que tienes (trajes, vestidos, camisas o faldas están mejor colgados) y de tus preferencias.

Colgar:

Yo prefiero colgar todo lo que pueda porque es más fácil y rápido que doblar la ropa. En la actualidad, cuelgo todo menos jerseys, camisetas y fulares.

Si por falta de espacio no pudiera colgar todo lo demás, doblaría también los pantalones.

Todo se puede colgar excepto los jerseys de lana o muy pesados porque se deforman por el peso. 

Pero si te falta espacio, tienes que priorizar qué colgar y empezar por:

  • chaquetas y abrigos de lana o pesados
  • trajes
  • faldas
  • camisas
  • tops de seda u otro material imposible de doblar
  • vestidos

Si después de colgar estas cosas aún tienes espacio, puedes decidir qué otras categorías colgar: camisetas, pantalones, sudaderas… elige las que más sentido tengan para ti y para cuando ya no tengas más espacio, sin dejar una categoría a la mitad. 

ropa colgada en un armario

Doblar

Hay cosas que tiene más sentido guardar dobladas, como jerseys o ropa de deporte. 

Si tienes cajones, guarda la ropa ordenada de manera vertical (al estilo Konmari), porque aprovechas mejor el espacio y tienes todo a la vista. La desventaja es que hay que esmerarse más en doblar.

Es muy tentador asignar un cajón para cada categoría, pero a no ser que tengas un montón de cajones a tu disposición no te será posible. 

Experimenta con el espacio que tienes para ver cómo puedes aprovecharlo al máximo. 

Por ejemplo, si al guardar la ropa interior y los calcetines en un cajón, este se queda medio vacío, guarda en él también otras cosas como fulares o pijamas. Si al guardar jerseys o pantalones, te queda una tira de espacio vacía, aprovéchala para cosas pequeñas como la ropa interior. 

Para las cosas más pequeñas como ropa interior o calcetines, vienen muy bien los separadores de cajones o las cajas, para que estén más recogidos y no se desperdiguen por los  cajones. 

Si usas un colgador de baldas como el mío, en donde no es posible guardar las cosas en vertical, intenta no poner más de tres o cuatro prendas por balda para mantener el orden y no arrugar demasiado la ropa. 

jerseys doblados sobre un taburete

7. Organizar la ropa

La forma más tradicional de organizar la ropa es por categorías y luego por colores dentro de cada categoría, de más oscuro a más claro. 

Pero esto es solo una sugerencia. Puedes jugar a guardar la ropa de otras formas hasta que encuentres la que mejor te va a ti. 

Por ejemplo, igual prefieres ordenarla según su tejido, o por frecuencia de uso, o por el espacio que ocupan colgadas, de mayor a menor.

Pero lo más importante es que la ropa que más usas esté visible y sea fácil de coger y volver a guardar. 

8. La ropa que ya no quieres

¿Recuerdas las bolsas de donar y reciclar?  

En ellas habrá ropa que ya no te sirve, ropa en mal estado y ropa que simplemente ya no te gusta.

Lo primero es evitar el sentimiento de culpabilidad, bien por el dinero gastado, bien porque han sido un regalo. La ropa está para servirnos, y si no cumplen su misión no debemos conservarla. 

Si crees que algo puede ser usado para andar por casa (y eres de las que tiene ropa de andar por casa) adelante.

Yo soy partidaria de usar la ropa vieja para andar por casa, pero solo si es cómoda, puedo lavarla en la lavadora sin tener que usar ningún programa especial y puedo abrir la puerta sin morirme de vergüenza si la llevo puesta. 

Con la ropa que está en buen estado y no vale para andar por casa o no quieres usarla para eso, lo mejor es intentar que tengan una segunda vida con otra persona. 

Si son piezas especiales o que compradas nuevas costarían bastante dinero, puedes intentar venderlas online o llevarlas a una tienda de segunda mano que te pague por ellas. 

Para la ropa más normal, intenta donarla a sitios en los que confíes y que sepas que donan la ropa a gente que la necesita. 

La ropa que está en mal estado y no se puede donar deberías poder reciclarla de alguna manera. Hay muchas tiendas a las que puedes llevar la ropa para que la reciclen y algunas incluso te dan un vale de compra a cambio. 

También es posible que puedas llevarla al punto limpio de tu ciudad.

armario con poco espacio para organizar la ropa

Mi armario terminado. Las dos cajas de plástico tienen toda la ropa de otras temporadas, que ahora son básicamente mucho frío y mucho calor, y la ropa de eventos especiales.

En la parte de abajo guardo las botas que no caben en el zapatero, las altas tumbadas, y los zapatos que tengo con tacón, que uso poco, en la parte de atrás.

Conclusión

Cuando el espacio es reducido toca ser creativos y encontrar nuevas formas de organizar nuestra ropa.

Por eso, prueba a vivir con los cambios que hayas hecho durante un tiempo para ver si de verdad funcionan o no y haz los cambios necesarios hasta que des con el armario perfecto.

Obviamente el armario perfecto es el que ocupa el espacio del salón y parte de la cocina, pero de momento hay que trabajar con el espacio que tenemos.

A mí me llevó demasiado tiempo y dolores de cabeza organizar mi ropa en el poco espacio que tengo, así que espero que estos consejos te ayuden a llegar a ese punto más rápido que a mí. 

Si te falta espacio para guardar la ropa, es posible que te falte espacio en el resto de la casa, si es así, en esta entrada tienes consejos para aprovechar al máximo el espacio en casas pequeñas.

Irene

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