Guía para organizar la cocina según tus necesidades

¿Eres feliz con tu cocina o hay cosas que te gustaría cambiar? Si estás en el grupo mayoritario, habrás respondido que hay cosas que no te gustan y que te gustaría cambiar. 

Las cocinas vienen de serie con las casas, y reformarlas no es barato, por lo que no nos queda otra que adaptarnos a la cocina que tenemos, independientemente de cuáles son nuestras necesidades y circunstancias. 

Puede que tú cocines todos los días y tengas una mini cocina (mi caso) o que tengas una cocina enorme que apenas usas. O que por tener tanto espacio de almacenaje ya no sabes qué hay guardado en la mitad de los armarios.

Sea cual sea tu situación, organizar la cocina de manera funcional y adaptada a tus necesidades debería ser una prioridad, para que cada vez que tengas que trabajar en ella todo funcione como una máquina bien engrasada. 

Si alguna vez has estado en la cocina de un restaurante, sabes exactamente de lo que estoy hablando. Eficiencia en estado puro. 

Pero la cocina de tu casa no es la de un restaurante, por lo que además de eficiente, también debería ser acogedora y bonita. 

Conseguir estas tres cosas es posible con un poco de planificación antes de ponerte a reorganizar la cocina, vamos a ver cómo:

Planificación antes de organizar la cocina

El primer paso no va a ser vaciar todos los armarios, sino sentarte con papel y boli a evaluar cuál es la situación actual de tu cocina. Ve respondiendo a cada una de las siguientes preguntas para hacerte una idea clara de cuáles son las cosas que deberías cambiar en tu cocina:

Para que te sea aún más fácil, he creado un imprimible con todas las preguntas ya listas para responder:

¿Cuáles son las funciones de mi cocina?

Lo normal en la mayoría de las casas es que la cocina se use para más cosas que para cocinar. Haz una lista de todas las cosas para las que usas la cocina, por ejemplo: 

• lavar la ropa
• comer
• guardar los productos y utensilios de limpieza
• separar los residuos para reciclar
• dejar el correo
• planificar las comidas de la semana
• planchar la ropa
• limpiar los zapatos
• dar de comer a las mascotas
• …

¿Por qué es importante?

Porque los usos que tenga tu cocina determinará qué guardas en ella. 

Cuantas más funciones, más espacio vas a necesitar para guardar cosas. 

¿Qué funciones puedo sacar de la cocina?

Si el espacio es un problema, o si hay algo que podrías hacer mejor en otra habitación, decide de la lista anterior qué cosas o actividades podrías sacar de la cocina. 

Por ejemplo, si necesitas más espacio para usarlo como despensa, puedes guardar las cosas que recicles, como el papel o cristal, en un armario en el pasillo y liberar ese espacio en la cocina para guardar comida. 

¿Por qué es importante?

Porque hay cosas que hacemos en la cocina por puro hábito sin pensar si sería mejor hacerlas en otra habitación. Esto nos hace tener un montón de micro áreas en la cocina que hacen que organizarla sea aún más difícil.

¿Cuáles son tus costumbres o necesidades?

Piensa en tu estilo de vida y tus rutinas relacionadas con la cocina. ¿Qué cosas haces todos los días?, ¿qué otras solo haces muy de vez en cuando?, ¿cada cuánto tienes invitados a comer en casa?, …

Por ejemplo:

• haces café todos los días
• te gusta hacer postres a menudo
• tienes niños pequeños
• te haces un batido a diario
• alguien en casa sigue una dieta especial y necesita separar su comida
• …

¿Por qué es importante?

Porque tus necesidades determinarán cómo debes organizar la cocina y qué cosas debes tener sí o sí.

Por ejemplo, si invitas a comer a gente muy a menudo, tendrás que tener una despensa grande para poder guardar más comida de la que necesitarías solo para ti o tu familia. 

Si haces café todos los días, la cafetera tendrá que estar siempre sobre la encimera, y el café en la primera fila de un armario cercano. 

Si tienes niños pequeños, querrás guardar algunas cosas fuera de su alcance, y otras a mano para que puedan acceder a ellas por si solos.

¿Qué no está funcionando?

Piensa en qué cosas no funcionan bien en la cocina. No me refiero al grill del horno que lleva estropeado un año, sino a esos momentos en que algo te frustra o molesta.

Ejemplos:

• falta de luz sobre una superficie de trabajo
• los trapos cogen olor porque no tienes donde colgarlos para que se sequen
• para acceder a algo que usas a menudo tienes que mover primero otra cosa
• te tienes que agachar para coger algo que usas con mucha frecuencia
• no tienes suficientes cajones para guardar cosas pequeñas
• dejas de comprar comida en oferta porque no tienes el espacio para almacenarla
• la cortina que hay enfrente del fregadero se moja cada vez que friegas los platos 
• …

Nosotros empezamos a dejar latas y botellas de refrescos sobre la lavadora porque no cabían en los armarios o nevera, sobre todo en los días en que hacía la compra. Cada vez que ponía la lavadora tenía que moverlas de sitio hasta que acabase. 

A veces estamos tan acostumbrados a hacer algo, que no nos damos cuenta de que no es la forma más práctica de hacerlo. Por eso, la próxima vez que cocines, o limpies la cocina, o vacíes el lavavajillas… presta atención e identifica las cosas que no funcionan todo lo bien que deberían.

Anota todos los problemas que se te ocurran y posibles soluciones para cada uno. 

¿Por qué es importante?

Porque estos son los problemas que querrás solucionar cuando pases a la acción y organices la cocina. 

¿Qué está funcionando? 

No todo van a ser frustraciones en la cocina. Seguro que hay muchas cosas que funcionan perfectamente. 

Por ejemplo, yo puedo preparar una infusión sin moverme del sitio, porque el hervidor, la caja con las infusiones y las tazas están a centímetros unos de otros. 

Piensa en todas esas cosas, por pequeñas o insignificantes que sean, que hacen que trabajar en la cocina sea más fácil. 

¿Por qué es importante?

Porque es lo que no vas a cambiar y lo que te inspirará para cambiar lo que no funciona. 

¿Cuál es mi estilo decorativo?

Que la cocina tenga que ser funcional y práctica no significa que no pueda ser bonita y estar decorada. 

En cualquier cocina hay cosas que son fáciles de cambiar, como los manteles o el frutero, y otras que costaría mucho dinero o trabajo hacerlo, como el suelo o el color de los armarios. 

Una forma muy fácil de conseguir una cocina agradable a la vista es jugar con las cosas que puedes cambiar fácilmente y que están a la vista, y hacer que coordinen con las cosas que no puedes cambiar y entre ellas. 

Por coordinar me refiero al color de las cosas, que no «choque» con el color del suelo o de los armarios, pero también a su estilo, por ejemplo, evitar usar accesorios de estilo industrial en una cocina claramente rústica.

El tema de la decoración es más extenso que esto, pero si tienes claro qué colores y qué estilo quieres para tu cocina, será mucho más fácil elegir el color de los próximos trapos que compres, o el material y estilo del bote para las espátulas que tienes en la encimera.

¿Por qué es importante?

Porque pasamos mucho tiempo en la cocina y no deberíamos renunciar a que sea lo más agradable posible. Además, tener una idea clara del estilo que quieres para tu cocina te ayudará a la hora de comprar cosas que sabes que van a estar a la vista y a buscarle un sitio en un armario a las que no quieres que se vean. 

Evaluación

Todo lo que has ido apuntando te va a servir para tener una idea clara de cómo deberías organizar la cocina y hacerla más funcional para ti.  

Ya sabes qué problemas quieres solucionar (lo que no está funcionado), y qué debes tener en cuenta (tus necesidades) a la hora de organizar tu cocina.

Ahora es el momento de pasar a la acción y poner todas estas ideas en práctica. 

Acción

Organizar la cocina y solucionar problemas

Con tu lista de posibles soluciones a los problemas y tus necesidades claras, ahora ya sí, empieza a mover cosas en la cocina. 

Si la solución implica comprar algo, como instalar una balda en una pared, comprar un mueble auxiliar, cambiar el escurridor de platos actual por uno plegable, etc., intenta recrear el resultado antes de comprar nada.

Por ejemplo, si vas a instalar una balda, puedes sacar de su sitio todo lo que planees poner en ella para ver cuánto espacio libre te va a quedar de verdad en los armarios y cómo lo vas a usar. 

En mi caso, como solo tengo un cajón en toda la cocina, opté por colocar dos cajas sobre los armarios superiores para las cosas pequeñas que usamos solo de vez en cuando. 

Antes de comprar las cajas, usé dos cajas de zapatos que tenía por casa para ver si era una buena idea o no. Después de unos días, vi que el sistema funcionaba bien y compré dos cajas bonitas teniendo en cuenta los colores que quiero usar en la cocina. 

Sistemas de organización

Lo importante es que organices tu cocina según tus necesidades y preferencias. Y estas son las cosas que deberías tener presente en todo momento. Pero hay formas generales de organizar una cocina que funcionan y tienen sentido. 

La más común es organizar la cocina por áreas o zonas de trabajo: 

• área de preparación de alimentos: incluye una parte de la encimera y los utensilios para preparar comida: tablas de madera, cuchillos, …
• área de cocción: incluye los electrodomésticos como el horno, el microondas o la vitrocerámica y los utensilios para cocinar, como sartenes, cazuelas, etc.
• área de almacenamiento de comida: la nevera y los armarios que usemos para guardar comida. (Tengo una entrada específica sobre cómo organizar la despensa y la nevera que puedes leer aquí).
• área de limpieza: el fregadero, el lavavajillas, el espacio para secar la vajilla y los productos de limpieza.

Lo mejor es colocar las cosas lo más cerca posible del área a la que pertenecen. 

Si tu cocina es tan pequeña que no tiene áreas separadas, no te preocupes y coloca las cosas donde más sentido tenga dentro de tus posibilidades. 

Para aprovechar al máximo el espacio en una cocina pequeña hay que ser un poco creativo. Yo he ido encontrando pequeñas soluciones que me ayudan a aprovechar mejor el espacio, y hablo de ellas en esta entrada:

Leer más: Ideas para aprovechar mejor el espacio en casas pequeñas

Otra cosa a tener en cuenta es la frecuencia de uso de las cosas. Solo en una cocina enorme puede estar todo a mano, por lo que si no es tu caso, te toca identificar qué cosas pueden ir en las zonas menos accesibles de tu cocina. 

Si haces un bizcocho un par de veces en todo el año, el molde que usas no debería ser lo primero que ves cuando abres un armario. 

Deshazte de lo innecesario

Aprovecha que estás moviendo cosas para deshacerte de lo que no usas nunca o ya no necesitas: 

• sartenes rayadas
• cosas rotas
• comida caducada (hay muchos alimentos que se pueden consumir después de la fecha de caducidad. En este artículo explican qué se puede hacer con los alimentos caducados)
• comida que sabes que no vas a usar nunca, como una especia que no te gusta
• tápers con el plástico dañado
• trapos que siempre huelen mal
• …

Hazte con lo necesario

Según pensabas en tus necesidades y en cómo organizar mejor la cocina, es muy probable que hayas empezado una lista de cosas que quieres comprar. Igual necesitas reponer los tápers, comprar un carrito auxiliar, o quieres una cesta para tener las cápsulas de café cerca de la cafetera. 

Aprovecha que tienes las ideas frescas y que tienes claro qué estilo quieres conseguir para comprar todas las cosas que necesitas. Si el gasto va a ser grande puedes priorizar y no comprarlo todo de golpe. 

Conclusión

Con estos pasos la idea es que en vez de vaciar la cocina completamente y luego pensar cómo reorganizarla sobre la marcha, empieces el proceso con una idea clara de qué quieres hacer y qué cosas son las que tienes que cambiar y cuáles no.

Te puede llevar varios días, entre responder a las preguntas de planificación y luego ponerte a ello, pero algo tan importante como tu cocina se merece el esfuerzo.

Si siguiendo estos pasos mejoras una sola cosa en tu cocina que te hace la vida más fácil, habrá merecido la pena el tiempo invertido.

Irene