Limpiar la casa es como ir a comer a casa de la abuela, cuando crees que ya has terminado, aparece otro plato de comida delante.
Y esto es porque, nos guste o no, siempre va a haber algo que necesita ser limpiado en casa.
Por eso no podemos aspirar a no tener que limpiar nunca más. Pero sí podemos aspirar a que limpiar nuestra casa sea más fácil y nos lleve menos tiempo conseguir el resultado que queramos, sea cual sea para cada uno.
Digo esto porque todos tenemos una opinión diferente sobre lo que es una casa limpia, y la única opinión que cuenta para tu casa es la tuya.
Pero, independientemente de cómo de limpia quieres que esté tu casa, deberías ser capaz de conseguirlo. No hacerlo te va a provocar estrés y posiblemente conflicto con el resto de la familia.
Cómo lo consigas dependerá de tus circunstancias y por eso no va a haber una solución corta y pega que nos sirva a todos.
Unos necesitaremos invertir en nuevos electrodomésticos que nos ayuden. Otros tendremos que involucrar al resto de la familia para que colaboren y otros necesitaremos contratar ayuda profesional.
Pero antes de hacer grandes cambios, hay tres cosas que todos podemos hacer y que nos ayudarán enormemente a ahorrar tiempo en las tareas del hogar: deshacerse de lo innecesario, organizar la casa y crear una rutina de limpieza.
No hace falta que diga que ninguna va a pasar en un día. Pero llegar a ese punto en el que limpiar la casa deje de ser un problema tampoco puede pasar en un día.
Estos tres pasos previos son la base para poder mantener una casa limpia con mucho menos esfuerzo y a largo plazo, por eso son tan importantes.
Deshacerse de lo innecesario
Deshacerse de cosas no siempre es fácil. A veces es porque le damos valor sentimental a algo. Otras por el dinero que gastamos aunque no las usemos. Algunas cosas pensamos que las necesitaremos en el futuro, y otras no somos capaces de deshacernos de ellas porque fueron un regalo.
Pero aunque nos cueste, hacer limpieza de nuestras cosas de vez en cuando, con cabeza y sentido común, es muy beneficioso. (No solo para facilitarnos la limpieza, aunque este sea el tema de esta entrada).
¿Y por qué nos facilita el limpiar la casa?
- Porque cuando limpiamos un armario o cajón por dentro, cuantas más cosas tenga más tiempo nos llevará vaciar, limpiar y volver a colocar las cosas. A veces un mueble está tan lleno que directamente pasamos de vaciarlo y limpiarlo. Esto nos provocará mayores problemas en el futuro, como olvidar que tenemos algo o que las cosas se estropeen.
- Porque si ya no tenemos sitio en los armarios para guardar cosas, tendremos que dejar sobre las superficies cosas que perfectamente podrían vivir dentro de un armario o cajón. Cuando queremos limpiar estas superficies, tenemos que mover todas estas cosas primero.
El objetivo no es vivir en una casa vacía, sino sacar de ella todo lo que no debería seguir con nosotros. La razón es que estas cosas nos dificultan la limpieza, bien porque ocupan espacio de almacenaje o bien porque están a la vista cogiendo polvo.
En la entrada Seis consejos para vivir con menos y simplificar tu vida tienes un resumen de los pasos que considero más importantes seguir a la hora de hacer una limpieza de nuestras pertenencias. También incluye un imprimible para ayudarte con el proceso.
Te servirán tanto si quieres deshacerte solo de lo más obvio como si quieres ir más allá y hacer una limpieza más a fondo.
Organizar la casa
Este paso se explica por sí solo. Limpiar una casa que está ordenada es mucho más fácil y rápido que limpiar una casa desordenada.
Como con la limpieza, cómo de ordenado queremos que esté nuestro hogar es subjetivo. A veces ni siquiera depende totalmente de nosotros. Por ejemplo, si vives en una casa pequeña con poco espacio de almacenaje, mantener el orden se vuelve bastante difícil.
Pero dentro de las posibilidades de cada uno, hay ciertas cosas que podemos hacer a la hora de organizar la casa que nos facilitarán mucho la limpieza:
Tener papeleras en casi todas las habitaciones de la casa
Algo tan simple como una papelera puede hacer muchísimo por la limpieza de una casa. Si tenemos algo en la mano que tiene que ir a la basura y en la habitación en la que estamos hay una papelera, lo tiraremos en ella.
Pero si no la hay, pueden pasar dos cosas dependiendo de la persona: puede ir hasta la papelera más cercana de la casa a tirarlo o puede dejarlo sobre una superficie para tirarlo después.
¿Cuánto tiempo estará ese pañuelo, papel o envoltorio de caramelo en esa habitación antes de ir a la basura? Pues dependerá de la persona, pero puede ser mucho tiempo.
Incluso si en algún momento, tú u otra persona limpia esa habitación, habrá cosas que no se podrá saber de entrada si es basura, como papeles o un boli acabado, aunque sí lo sean, y se quedarán donde están.
Mantener las superficies de más uso lo más despejadas posible
Estas superficies pueden ser la encimera de la cocina, la mesa del comedor, el lavabo o la mesa del salón. Siempre va a haber cosas sobre estos sitios, pero dejar solo lo imprescindible y guardar el resto en armarios cercanos te facilitará mucho el día a día porque son superficies que tenemos que limpiar constantemente.
También puedes utilizar las paredes para seguir teniendo cosas a mano, pero sin ocupar las superficies, como hice yo con los cepillos de dientes:
Despejar el suelo
Siempre vamos a tener cosas viviendo permanentemente en el suelo, como plantas, la comida del perro o el gato, juguetes grandes, las papeleras de antes…
A la hora de limpiar el suelo hay que moverlas, por lo que cuantas menos cosas haya menos tiempo nos llevará. Por eso, piensa en si puedes eliminar algunos de los objetos que viven siempre sobre el suelo, como revisteros, cestas con cosas, la bolsa del gimnasio…
Para las cosas que siempre van a estar en el suelo, piensa en si puedes facilitarte la limpieza de alguna manera. Por ejemplo, colocando las plantas sobre soportes con ruedas.
Colocar las cosas que sí viven permanente sobre superficies en bandejas
Cuando quieres limpiar de verdad una mesa, hay que mover todo lo que haya en ella, limpiar y volver a colocar estas cosas. Si parte de ellas, o todas, están acorraladas en una bandeja o caja, este proceso te llevará muchísimo menos tiempo.
Piensa en todas las cosas que tienes sobre tu escritorio, en el lavabo, en la mesita de noche… y si podrías beneficiarte de este pequeño truco.
También es muy útil para cosas que viven en cajones. No solo para cuando quieres vaciarlo y limpiarlo, sino también para mantener el orden y aprovechar mejor el espacio.
No pretendo decirte que sigas estos consejos al pie de la letra, de hecho, puede que alguno lo quieras ignorar completamente. De lo que se trata es de identificar los problemas que tienes en la actualidad y que hacen que limpiar sea más difícil.
Una vez tienes claro qué cosas te dificultan la limpieza del día a día, puedes decidir si alguno de los consejos anteriores te pueden ayudar a solucionarlo.
Para una visión más global sobre cómo organizar una casa, no solo pensando en facilitarnos la limpieza, puedes leer la entrada Consejos para organizar la casa que funcionan.
Crear una rutina de limpieza
Tener una rutina de limpieza no es más que saber qué tenemos que limpiar en casa y cada cuánto tiempo. Esto es fundamental para no perder el tiempo y para mantener la casa realmente limpia.
Para crear tu propia rutina de limpieza tienes que tener en cuenta varias cosas como tus circunstancias actuales, tus horarios o quiénes van a ser responsables de limpiar en casa y el qué.
Por este motivo no puede haber dos rutinas iguales, porque no hay dos casas o familias iguales.
En la entrada Cómo mejorar tu rutina de limpieza tienes el paso a paso para crear una rutina de limpieza que se adapte a tus circunstancias y te ayude a limpiar la casa de manera más eficiente.
En la práctica, seguir una rutina significa que siempre sabes qué limpiar, cuándo y cada cuánto tiempo (para no limpiar de más o de menos).
No significa que tengas que adaptar tu vida a la rutina (es más bien al contrario), ni que se acabe el mundo si un día o semana no cumples con la rutina.
Sé que estos tres pasos llevan su tiempo, pero Roma no se construyó en un día, y llegar a un punto en el que llevas la limpieza de la casa al día y sin agobios tampoco pasará en un día.
El tiempo que inviertas ahora en trabajar en estos tres pasos lo recuperarás con creces en el futuro al tener una casa que es mucho más fácil de limpiar y de mantener limpia.
Irene
