Uno de mis grupos favoritos, Los Piratas, tiene una canción en la que dicen: “Alguien debería inventar qué podemos hacer, con las cosas que no sirven para nada y que no podemos tirar”. (La canción es Mi matadero clandestino del disco Manual para los fieles, que fue el primer CD que me compré en mi vida, dato que necesitabas para vivir, lo sé).
La realidad es que eso ya está inventado y se llama trastero, o desván, o garaje, o sótano.
Y es muy difícil vivir sin uno, porque aunque guardamos en ellos cosas que apenas usamos, como bien dicen, no podemos tirarlas.
Pero cuando llega el día que necesitas algo del trastero, no encontrarlo y pasarte una mañana entera buscándolo es, vamos a ser finas en el lenguaje, un fastidio.
Por eso quería dedicarle una entrada a cómo organizar esas cosas que no podemos tirar, pero que son nuestras, y también se merecen un poco de cariño.
Por qué ordenar el trastero
Antes de nada, y aunque pueda parecer obvio, es importante tener claro por qué queremos, o deberíamos, ordenar el trastero.
Si estás leyendo este artículo, quizá ya tienes tus propias razones bien claras. Igual has agotado todo el espacio que tienes, o la última vez que necesitaste algo te llevo muchísimo tiempo encontrarlo.
La realidad es que estos espacios, ya sea el trastero, el garaje, el sótano o un cobertizo en el jardín, son parte de nuestro hogar, y su estado nos afecta igual que nos afecta el resto de nuestra casa.
Quedarnos sin espacio, no encontrar algo cuando lo necesitamos, perder tiempo buscando algo, culparnos unos a otros por no saber dónde está o que algo se estropee y haya que comprarlo de nuevo, son todo situaciones que nos causan estrés y nos hacen sentirnos mal con nosotros mismos.
Qué guardar y qué no guardar en el trastero
Las cosas que acaban en los trasteros suelen pertenecer a alguno de estos grupos:
- objetos que usamos muy de vez en cuando
- cosas estacionales que usamos solo durante una época del año concreta
- por si acasos
- objetos con valor sentimental
- cosas grandes que usamos con relativa frecuencia
Hay un sexto grupo, y es el de las cosas innecesarias. Son objetos que ya no vamos a volver a necesitar o que directamente no pueden usarse por estar estropeados u obsoletos.
No lo incluyo con los anteriores porque suelen estar mezclados con los por si acasos y los objetos con valor sentimental, y porque su lugar no es el trastero, ya que deberían salir de nuestra casa.
A partir de aquí, que otras cosas guardemos en estos espacios va a variar en función del espacio que tengamos, la accesibilidad, las condiciones climáticas, el tamaño de nuestra casa, etc.
Es muy tentador querer guardar todo lo posible y así tener nuestra casa lo más despejada posible. Pero esto puede causarnos dos problemas. Uno, que agotemos todo el espacio de almacenaje, y otro, más importante, que algo se estropee por haber estado expuesto a condiciones adversas.
Por eso, la mejor forma de decidir qué guardar y qué no es usar el sentido común y adaptarnos a nuestras circunstancias.
Pasos para organizar el trastero
1. Saber qué tenemos guardado y dónde
Si tienes la suerte de tener más de un espacio de almacenaje, lo primero que hay que hacer es saber qué tienes guardado en cada uno.
Apunta en una libreta, o en el móvil, cuáles son tus áreas de almacenaje y qué tienes, a grandes rasgos, guardado en cada una.
Empieza apuntando de memoria, y termina echando un vistazo en cada sitio para completar la lista.
Puede parecer un paso innecesario, pero te será muy útil en el segundo paso.
2. Decidir si todo está en el lugar más lógico
En general, solemos colocar las cosas donde más sentido tiene a la primera. Por eso el 90% de tus cosas ya estarán donde deben. Pero siempre hay ese 10% que por algún motivo no está donde más sentido tendría.
Nosotros, después de dos años de mudarnos, fue cuando organizamos por primera vez nuestros espacios de almacenaje. Al hacerlo, nos dimos cuenta de que teníamos tejas de repuesto para el tejado en dos sitios diferentes. Lo mismo con las herramientas, estaban repartidas en dos áreas distintas y no teníamos una buena razón para ello.
¿Hay algo en tus listas que parece claro que no está donde debiera, o tienes una categoría repartida en varios sitios sin motivo?
Pensar en todo esto con calma y decidir de antemano dónde debería ir cada categoría, te facilitará mucho las cosas una vez te pongas a mover cosas y a reorganizarlas.
3. Ordenar el trastero
Ahora sí, toca ponerse algo cómodo y empezar a organizar el trastero.
Aunque cómo lo hagamos dependerá mucho del espacio que tengamos, todos deberíamos ponernos los siguientes objetivos:
- aprovechar el espacio al máximo
- proteger nuestras cosas para evitar que se estropeen
- poder encontrar algo cuando lo necesitemos
Vamos uno a uno:
Consejos para aprovechar el espacio al máximo
Si es posible, la mejor manera de aprovechar el espacio es con estanterías, ya que nos ayudan a usar todo el espacio vertical de las paredes.
Si poner estanterías no es posible por falta de espacio o de altura del techo, puede que sea posible poner baldas, que además podemos adaptar al espacio tanto en el largo como en el ancho de la balda.
Otra forma de usar las paredes es colgando cosas de ganchos. Desde cosas grandes como bicicletas, a cosas más pequeñas como herramientas.
Consejos para evitar que las cosas se estropeen
Aquí lo primero es saber a qué nos enfrentamos. Puede ser humedad, temperaturas bajo cero, insectos u otros animales o calor extremo.
Podemos empezar por intentar mejorar estas condiciones, por ejemplo usando un deshumidificador, mejorando la ventilación o mejorando el aislamiento para evitar que entren animales.
Si no podemos controlar alguna de estas cosas, y son un problema seguro, por ejemplo las temperaturas extremas, nos toca mover algunas cosas de sitio, como las que se pueden derretir, congelar, o que no son seguras, como algunos líquidos inflamables.
El siguiente paso es guardar la cosas de manera que estén protegidas.
No se trata de guardarlo absolutamente todo en cajas, pero sí merece la pena para las cosas más delicadas, como ropa o papeles. En estos casos es mejor elegir cajas de plástico con tapa que cierre bien antes que de cartón.
La ropa también podemos guardarla en bolsas al vacío, que además reducen el espacio que ocupan.
Consejos para encontrar las cosas cuando las necesitamos
Hacer inventario
El consejo más importante es apuntar qué tenemos guardado en cada espacio de almacenaje.
Si haces las listas del primer paso ya tendrás este trabajo casi hecho. Una vez terminas de ordenar el trastero o cualquier otro espacio, actualiza esas listas añadiendo lo necesario y borrando lo que hayas movido a otro sitio.
Tendemos a sobrestimar la capacidad de nuestra memoria, pero te aseguro que es menor de lo que creemos. Por eso, esperar recordar dónde guardamos ese bote mediado de pintura, un año después de haberlo usado, es pedirle demasiado a nuestra memoria.
Agrupar categorías
El segundo consejo es guardar todas las cosas de una misma categoría en el mismo sitio, de manera que cuando necesitamos algo de esta categoría solo hay un lugar posible al que ir a buscarla.
Por ejemplo, si tienes objetos que son solo decorativos y que no estás usando, guardarlos todos juntos, ya sean cojines, figuras o cuadros.
Recuerda que estamos hablando de las cosas que apenas usamos, no se trata de todas las cosas de la casa. Por ejemplo, yo tengo una caja en el desván con lámparas que no estamos usando, pero las bombillas están a mano en un armario del salón.
Guardar y etiquetar
Una vez tienes una categoría toda junta en un solo sitio, puedes decidir cuál es la mejor forma de guardarla. Aquí las reinas son las cajas, porque te permiten tenerlo todo junto y además añaden una barrera de protección.
Si no tienes problemas de humedad puedes usar cajas de cartón, pero si la humedad es un problema, opta por las de plástico que cierren bien.
Si estás pensando en comprar cajas de plástico, elige las que son completamente transparentes, porque así ves lo que hay dentro sin abrirlas.
Para las que van a vivir sobre el suelo, cómpralas mejor con ruedas para que moverlas una vez estén llenas no sea un suplicio.
Para las de cartón o de plástico no transparente, merece la pena dedicar unos minutos a ponerles una etiqueta con la categoría que hay dentro.
Puedes usar cinta de pintor y un rotulador, pegar con cinta americana un folio, o poner una pegatina.
Si es una caja sin tapa puedes saltarte este paso, pero si la tiene, te ahorrarás estar abriendo cajas hasta que das con la que buscas. De nuevo, pensamos que nos vamos a acordar de qué hay en cada caja, pero la realidad es que no lo haremos.
Guardar por frecuencia de uso
Por último, decide en qué zona guardar cada categoría. Lo lógico es guardar más a mano lo que sí vamos a usar en algún momento, como las cosas de Navidad o las maletas, y menos a mano los por si acaso y los objetos con valor sentimental.
En una estantería da un poco igual, porque lo más que tendrás que hacer es subirte a una escalera para acceder a lo que está más arriba.
Pero en un desván buhardilla como el nuestro, en donde poner estanterías es imposible y todo vive en suelo, tener en cuenta esto es muy importante.
Por eso, en nuestro caso, nos aseguramos de poner las cajas con cosas de valor sentimental y los por si acaso, como las tejas de repuesto, en las paredes del fondo y las cosas que sí usamos de vez en cuando, más hacia el centro.
Guardar por temporada
Para facilitarte la vida aún más, agrupa las categorías por temporada. Por ejemplo, todo lo que sea específico de la primavera o el verano, como la sombrilla, las cosas para el jardín o los ventiladores, juntos en el mismo sitio.
Lo mismo para las cosas de invierno como la decoración navideña, las mantas o la pala para la nieve.
Cada cuánto tiempo ordenar el trastero
Las zonas de almacenaje son parte de nuestra casa y, por lo tanto, se merecen algo de atención de vez en cuando.
Lo ideal es darles un repaso una vez al año, para asegurarse de que todo está donde debe y de que nada se está estropeando por cualquier motivo.
Todos somos culpables de guardar algo en el primer sitio que encontramos en vez de en su lugar y/o caja adecuada. Es normal, y por eso deberíamos darle un repaso a estas zonas una vez al año.
También es el momento de hacer limpieza, y deshacernos de todas esas cosas que tenemos claro que ya no necesitamos.
Si no vives solo, esta tarea es algo que hay que hacer en familia, porque todos deberíamos ser responsables de las cosas personales que guardamos.
A la hora de tomar decisiones sobre qué conservar o dónde guardar algo, cada uno debería tomarlas sobre sus cosas, por lo que es importante que todo el mundo pueda participar. (Si la edad lo permite, claro).
Una nota sobre deshacerse de lo innecesario
Guardar algunas cosas que no necesitaremos nunca más en el trastero es casi una obligación o no sería un trastero.
Guardar muchas cosas que nunca más usaremos también es normal, pero empieza a ser un problema. Uno, porque ocupan mucho espacio, y otro, porque si un día decidimos hacer limpieza a fondo, la tarea puede ser demasiado abrumadora.
Si crees que estás en el segundo grupo, y quieres hacer esa limpieza a fondo, es importante que la empieces con las ideas claras sobre qué es importante para ti y qué no.
En la categoría Reducir de este blog tienes varias entradas sobre este tema que te pueden ayudar a aclarar tus ideas, pero, en concreto, te recomiendo leer la entrada 6 consejos para vivir con menos y simplificar tu vida.
Son consejos sobre qué hacer antes de empezar a deshacerse de cosas, de manera que una vez te pones a abrir cajas en tu trastero y a encontrarte con cosas, tengas un poco más claro qué quieres conservar y qué no.
Seguirá siendo difícil decidir sobre algunas cosas, no te voy a engañar, y en este caso siempre tienes la opción de dejarlas donde están y volver a ellas más adelante. Pero haber pensado antes sobre tu vida y tus circunstancias te ayudará mucho a la hora de tomar decisiones una vez te pongas a ordenar el trastero.
Irene
