Sé que bastante trabajo es mantener la casa limpia como para que te diga que deberías añadir nuevas tareas a tu rutina.
Pero la clave de una buena rutina de limpieza es que incluya todas las tareas que tenemos que hacer en la frecuencia adecuada.
La idea no es obsesionarse con la limpieza, sino prestarle un poco de atención a esas cosas que no siempre la reciben. Con esto no solo conseguiremos una casa más limpia, sino que en muchos casos estaremos cuidando estas cosas y alargando su vida útil.
cosas que no siempre limpiamos en casa, pero que deberíamos:
Maletas, mochilas y bolsos
Son cosas que salen de casa, que posamos en superficies o en el suelo y en las que guardamos comida o bebidas.
Las maletas podemos lavarlas después de cada viaje y los bolsos y mochilas que usemos con frecuencia, con una vez al mes puede ser suficiente.
El cesto de la ropa sucia
Además del polvo normal que le cae, su interior también se puede manchar o coger olores desagradables. Cómo limpiarlo va a depender del material, pero deberíamos hacerlo una vez cada 3 meses.
Los radiadores
Son un imán para el polvo, por lo que deberíamos limpiarlos una o dos veces al año.
Los desagües
En los desagües se puede acumular mucha suciedad que no vemos. A veces, esto es un problema porque hace que se atasquen, y otras, porque hace que de ellos salga un olor desagradable.
Para prevenir estos problemas, una o dos veces al año podemos realizar una pequeña limpieza de los desagües.
Primero retirando la parte superior del desagüe si es posible para quitar los restos que puedan haberse quedado en ella. Después echamos una cucharada de bicarbonato y un chorro de vinagre. Dejamos actuar unos minutos y terminamos vertiendo agua caliente.
La parte de atrás de los inodoros
Es curioso como el inodoro es algo que limpiamos con mucha frecuencia, pero la parte de atrás se queda siempre sin limpiar, yo soy la primera culpable de esto.
Dependiendo de la frecuencia con que limpies los inodoros, quizás no tengas que limpiar la parte de atrás cada vez, pero hacerlo al menos una vez al mes no está de más.
El polvo de las plantas
Limpiar el polvo de las hojas de las plantas debería ser parte de nuestra rutina. No solo hará que la casa esté más limpia, sino que es bueno para ellas.
Cómo hacerlo dependerá de lo frágil que sea la planta y de sus necesidades. Puedes pasarles el plumero, usar un paño, lavarlas en la ducha o ponerlas en la calle un día que llueva.
Las bombillas
Otra cosa que atrae muchísimo al polvo son las lámparas y bombillas. Hay lámparas cerradas y otras que tienen las bombillas más a la vista. En estas últimas, es importante también limpiar el polvo de las bombillas y no solo el de la lámpara en sí.
Las de techo son más complicadas de limpiar, por lo que una o dos veces al año será suficiente. Las que están sobre superficies como los flexos o las lámparas en las mesitas de noche, sí que merece la pena limpiarlas una vez a la semana.
Lo mejor es hacerlo con la lámpara apagada y solo con un paño o el plumero, sin utilizar agua u otros productos en la bombilla.
El buzón y la puerta de entrada
Si tienes el buzón en la calle y tu puerta de entrada da directamente al exterior, estas son cosas que deberías limpiar al menos una vez cada 3 meses.
Primero porque mucha la gente las toca, sobre todo el timbre, y segundo porque están expuestos a toda la suciedad que hay en el exterior.
extra: algunas cosas que limpiamos demasiado
Ya que te estoy animando a que añadas nuevas tareas a tu rutina, lo menos que puedo hacer es darte alguna idea para que limpies otras cosas con menos frecuencia.
Tres cosas que casi todos somos culpables de limpiar demasiado son:
Los espejos
Los espejos son más delicados de los que nos imaginamos y si los limpiamos muy a menudo o con productos demasiado agresivos podemos estropearlos.
Para limpiarlos, lo ideal es pasarles un paño de microfibra húmedo sin ningún producto y secarlo con otro paño seco.
Pero incluso esta limpieza hay que espaciarla lo máximo posible, y solo retirarles el polvo con un plumero o paño seco siempre que sea posible.
Los suelos de madera o laminados
Estos suelos no son nada amigos del agua, por lo que fregarlos demasiado a menudo los puede dañar.
Yo tengo laminado en toda la casa excepto en el baño y la rutina que sigo es fregar una vez a la semana el suelo de la cocina y el salón y el resto de la casa solo una vez al mes. Utilizo una mopa de esas con spray incorporado porque cuando usaba fregona me dejaba las lumbares intentando escurrirla al máximo.
La ropa vaquera y de lana
Hay ropa que hay que lavar después de cada uso, otra después de un par de usos, y otra que hay que lavar lo menos posible. Los vaqueros y la lana están en el tercer grupo.
Obviamente, si hay manchas hay que lavarla, pero si no las hay, intenta retrasar su lavado todo lo que puedas y te durarán en buen estado muchísimo más tiempo.
Espero que esta lista te dé algunas ideas sobre qué tareas nuevas podrías incluir en tu rutina. No he querido ser muy obvia, aunque seguro que algunas de ellas te lo han parecido, y he preferido centrarme en las que de verdad suelen pasársenos por alto.
Si quieres una lista completa de las tareas que todos más o menos deberíamos incluir en nuestra rutina de limpieza, la tienes en la parte de limpieza de la Guía para poner tu casa al día.
Irene